top of page
  • Foto del escritorSincio

Entre poetas y presos

La situación actual de crispación social dentro de la población española no es nada nuevo. La corrupción, el descontento con nuestros políticos, la falta de oportunidades, la desigualdad… muchos son los temas por los que unos u otros se sienten descontentos en nuestro país. El revolucionario grupo de música La Raiz habla en una de sus canciones de “los hijos de los versos” refiriéndose a los artistas tanto dentro de la prosa como dentro de la lírica o la poesía, uno de los sectores que más se está viendo afectado por otro de los problemas que más preocupan actualmente a los jóvenes, la libertad de expresión.



Pluma y papel
Folio en blanco, una oportunidad


Está claro que la literatura cuestión de gustos, a una persona puede encantarle leer a Galeano y a otra puede gustarle más Coelho, o incluso hay a quien le gusta leer a Belén Esteban. Del mismo modo, en la música hay gente que prefiere a Loquillo y otros a Manuel Carrasco, o incluso hay quien escucha por gusto a Bad Bunny. Lo dicho, cuestión de gustos. Pero del mismo modo que Belen Esteban puede escribir un libro o Bad Bunny puede reventar las listas con sus letras machistas, deberían poder escribir sin miedo Ayax y Prok o Foyone.


Es evidente que el rap y las leyes no se llevan bien, el primero nace como contestación a las desigualdades que generan las segundas muchas veces, y por eso es imposible que tengan un punto de encuentro, o puede que si. El artículo 20 de la Constitución Española recoge entre sus líneas el derecho “a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción”. Quizá es ahí donde rap y ley cruzan sus caminos, en el código legislativo más importante de nuestro país.


De la mano de todo es descontento social del inicio, el panorama del rap español está ampliándose más y más cada día que pasa. Las redes sociales y las plataformas digitales permiten a todo el mundo darse a conocer con pocos medios y cualquiera que tenga un poco de ritmo y gusto por la escritura puede empezar a componer una letra de rap, y de ahí salir a la palestra nacional hasta estar cerca de la cumbre. Y aumentan los raperos, se viralizan las batallas de gallos, la audiencia crece y los problemas también.


Crecen cuando a un rapero se le censuran sus letras, cuando a una persona se la encarcela por expresar su opinión acerca de la situación actual, cuando la gente se da cuenta de que todo va mal y se revela. Y eso, poco a poco, está pasando. Hace no muchas semanas un extenso colectivo formado por grupos del género más afectado compuso un tema a modo de protesta, la canción se convirtió en número uno del momento en Youtube, y cada vez son más las manifestaciones de este tipo que los propios autores crean como reclamo para hacer visible la situación que atraviesan.


Mientras algunos de ellos son tratados como aunténticos maestros de la lírica, que no lo niego habiendo escuchado las letras de Rayden, Nach o Sarif. Otros son sancionados como Ayax y Prok, o encarcelados como Valtònyc. Y en La Raíz lo tienen muy claro, ahora mismo el mundo del rap, por mucho que ellos se empeñen en unirse y acercar posturas contra la adversidad, está dividido “entre poetas y presos”.

29 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page